Reseña del libro: 'Nada especial', de Nicole Flattery
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Reseña del libro: 'Nada especial', de Nicole Flattery

Jun 25, 2023

Ficción

La novela debut de Nicole Flattery, "Nothing Special", sigue a la protagonista a través de un trabajo servil y desorientador transcribiendo grabaciones en cinta, en la fábrica de Andy Warhol.

Una fotografía del Departamento de Policía de Nueva York del estudio de Andy Warhol, The Factory, en 33 Union Square, en junio de 1968. Credit... Colección de fotografías del NYPD, Archivos Municipales de Nueva York

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Por Alice Carrière

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NADA ESPECIAL, por Nicole Flattery

En la novela debut exquisitamente desorientadora de la escritora irlandesa Nicole Flattery, "Nothing Special", Mae, la hija de una camarera alcohólica, pasa su juventud en la ciudad de Nueva York de los años 60 subiendo y bajando escaleras mecánicas de grandes almacenes, sin llegar a ninguna parte excepto a profundizar en su propia insatisfacción. Sigue a personas más decididas en situaciones ambiguas: sexuales, profesionales, existenciales. Ella cae en un trabajo haciendo algo que se parece mucho a nada.

Lo que hace es observar, y lo único que está claro es la rapacidad de su especulación. Al comenzar con una avalancha de “podría” y “debe tener”, el libro está impulsado por una especie de imaginación respiratoria, una proyección jadeante que sostiene tanto a Mae como a la historia. Somete su mundo y a las personas que lo pueblan a una metamorfosis voraz, una representación de la cercanía que anhela y teme. Un compañero de trabajo “me recordó cientos de cosas a la vez”, reflexiona Mae, “un adorno navideño de un niño, la figura de una niña tallada en un jabón, una cara pegada al escaparate de una tienda”.

En su trabajo diario como mecanógrafa (en, como poco a poco nos damos cuenta, la fábrica de Andy Warhol), Mae transcribe grabaciones en casete de las entrevistas de Andy con compatriotas del mundo del arte: drogadictos, vulnerables, grandiosos, ambiciosos, asustados. Mientras escucha, se acerca más a las voces incorpóreas y a los reveladores silencios intermedios que a cualquier otra persona a su alrededor. Al principio, estas cintas parecen otorgarle el tipo de distinción y agencia que anhelaba, incluso cuando la crueldad y la humillación que revelan la sumergen más profundamente en su propia desconexión. “Sentí como si mi vida se hubiera reducido a nada más que las cintas, que ya no reconociera el sonido de mi propia voz”, narra Mae.

Desarrolla una estrecha amistad con su colega transcriptora Shelley, negociando una intimidad que aumenta y disminuye con la atracción de sus complicados deseos: dos mujeres que escriben palabras que no son suyas y luchan por ser escuchadas. Flattery despliega el escenario icónico, despojándolo de sus partes más brillantes (reteniendo la palabra “Factory” por completo y “Warhol” hasta el final) para enfatizar la normalidad de Mae, su anhelo de ser notable o al menos conocida, de ser una experta en cualquier cosa. , para tener “pruebas irrefutables de que habíamos estado allí”.

Esta es la historia de una mujer joven y la bolsa de aire viciado que la separa del mundo y de ella misma, la estática entre autenticidad y actuación, fantasía y realidad. Algunos podrían considerar que la implacable disociación de la trama es un desacelerador, pero yo la encontré valiente y efectiva: Flattery sigue siendo tan leal a la física de las luchas de su personaje, a la lucha de la narración misma, que está dispuesta a arriesgarse a permitir que el lector menos comprometido deambule. apagado.

El objetivo de esta novela no es la iluminación; Es casi un accidente que lleguemos a conocer a Mae. En cambio, la novela captura, en una prosa magnífica, las coincidencias felices e infelices que nos permiten caer en el conocimiento, esos obstáculos inesperados que nos hacen tropezar con nosotros mismos, ya sea que nos derriben al suelo o aprovechemos la conciencia que brinda este nuevo punto de vista. .

“Nada especial” es una revelación que también es claramente anti-revelación, realizada por una escritora cuya ocultación es tan vívida como su otorgamiento, que muestra una historia tal como es: algo real, algo fabricado, algo en lo que esconderse y de qué esconderse, algo Especial, algo tan absolutamente corriente que es lo único que importa.

Alice Carrière es la autora de las próximas memorias “Todo/Nada/Alguien”.

NADA ESPECIAL | Por Nicole adulación | 230 págs. | Bloomsbury | $26

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